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Algo de Historia > Hombres Ilustres > Pedro Lascurain de R.
LASCURAIN DE RETANA, PEDRO BAUTISTA (1). Nació el 29 de junio del año de 1674, en el pueblo de Mendaro (2), Provincia de Guipúzcoa en el país vasco, España (actualmente el nombre oficial de dicha provincia es Gipuzkoa). Muy joven vino a la Nueva España, y se radico en la entonces Villa de Santa Fe, Real y Minas de Guanajuato. Hombre de empresa y con la firmeza de carácter que poseía se dedicó al trabajo de las minas, resultando un experto, laborioso e incansable trabajador; no se daba punto de reposo y pronto el destino premió tanto afán; dueño ya de una regular fortuna, vino a radicarse a esta población, allá por el año de 1728, por haber comprado en este municipio las fértiles tierras y ricas haciendas de Parangueo, Quiriceo, Cerritos y la Iglesia, dedicándose con el mismo afán al trabajo que cuando era minero, a atender sus extensas y productivas propiedades.
Era Don Pedro Lascurain de Retana un hombre caritativo; ricos y pobres se destocaban con respeto para saludarlo con reverente cortesía y con gran cariño. Don Pedro, siempre fue un cariñoso padre para los indios y desvalidos.
Fue fundador de las misiones religiosas Jesuitas en la Ciudad de Guanajuato, y los productos de sus Haciendas las donó a los Padres de la Compañía de Jesús de dicha Institución para la construcción del Colegio de la Purísima Concepción en le misma Ciudad, después Colegio del Estado y ahora la Universidad de Guanajuato. De conformidad con las pláticas que Don Pedro había celebrado en el año de 1732 con el Obispo de Valladolid, Dr. Don Juan José de Escalona y Calatayud, y con su comadre la Señora Doña Josefa Teresa de Busto y Moya, Xeres y Monroy, hermana de don Francisco Matías de Busto, Márquez de San Clemente , que vino de Guanajuato ex profeso a esta Ciudad para hablar con Don Pedro y ultimar lo necesario para la fundación del Colegio de Guanajuato, cediendo dicha señora con este objeto su casa, misma en la que hoy se levanta la legendaria casa de estudios.
Al quedar fundada la misión permanente de Jesuitas el 19 de Noviembre de 1738, Don Pedro prometió que después de su muerte dejaría para el sostenimiento del Colegio de Guanajuato, las cuatro haciendas que poseía en esta jurisdicción de Valle de Santiago.
Don Pedro Bautista Lascurain de Retana, fue un gran filántropo y decidido protector de la enseñanza de la juventud, como lo aprueba el empeño que puso para el establecimiento de la cátedra de Filosofía en el Colegio, a la vez que contribuyó con grandes cantidades de dinero para obras pías, tanto en Guanajuato como en esta población, donde fue mayordomo de la fábrica de la iglesia parroquial desde el año de 1700 hasta su muerte, según consta en el archivo de la misma parroquia, demostrando prácticamente su actividad e interés en el avance de dicha obra, logrando que se terminaran dos cuerpos de la torre y la portada principal del templo clásico estilo plateresco, teniendo en el centro un bajorrelieve que representa al Apóstol Santiago a caballo y en actitud bélica.
Todas las tardes se miraba a Don Pedro sentado en un amplio sillón de cuero a la entrada del zaguán de su casa, departiendo amablemente con alguna persona de su amistad, al mismo tiempo que repartía dinero o semillas a todos los menesterosos que se acercaban a él.
Su carácter fino y sensible aparecía en su cara rojiza de ojos azules rodeada de magnificencias, porque su alma así se lo demandaba con misteriosos imperativos. Era Don Pedro de una estatura un poco más que la natural, robusto y bien formado; usaba jubón de terciopelo negro, cuyos acuchillados abríanse sobre una chupa de la misma tela y color, cubriéndose con larga capa, dejando al descubierto el calzón corto, medias y zapatillas, se abrigaba la cabeza con un birrete blanco, llevando al cuello bufanda del mismo color.
Su nombre iba y venia por la ciudad entre merecidas alabanzas, en obsequio por las obras buenas que realizaba constantemente. Este gran benefactor murió el 2 de abril de 1744 y fue sepultado en el presbiterio de la iglesia parroquial, según consta en el acta de defunción (3).
Los hombres se inmortalizan por sus obras, y Don Pedro Lascurain de Retana vivirá mientras exista el Colegio del Estado, la hoy Universidad de Guanajuato, así como al recordar la fundación de las instituciones de los ilustres jesuitas de Guanajuato, que se establecieron bajo el protectorado del filántropo Don Pedro Bautista Lascurain, desde el momento que conferencia con el padre Provincial de esta Institución Don Juan Antonio de Oviedo a principios del año 1732. La calle donde se ubica el edificio universitario, famoso por su escalinata, lleva su nombre (4).
El reconocimiento a las virtudes de Pedro Lascurain de Retana no solamente será para la ciudad de Guanajuato; También esta ciudad de Valle de Santiago, Gto. tiene el deber y el derecho ineludible de mantener su recuerdo, ya que en la parte final de su vida la vivió en este municipio, siempre fue el consuelo del desvalido, las loas sonaban por todas partes en su obsequio por sus buenas obras, su nombre iba y venía de boca en boca por todos lados de la población; y hasta el derruido ex convento del Hospicio de la Merced, todo habla en lor y prez de tan ilustre bienhechor y caritativo filántropo. Llegó a tener una propiedad de 64,636 hectáreas (casi 650 km2, representando el 80% de la superficie actual del municipio) que al morir las heredó a la iglesia.
(1) Lascurain o Lascuráin, en euskera Laskurain, es un apellido de origen vasco, que en euskera significa "arroyo de agua abundante".
(2) En muchos documentos aparece el nombre de "Mendaró", así, como palabra aguda, sin embargo en la grafía original de esta población y en su nombre oficial, aparece como palabra llana o grave: Mendaro, que por cierto, como población, es de fundación reciente, 1983 y con una cantidad de habitantes en 2010 menor de 2 mil, por lo que seguramente lo más correcto sería decir que Lascurain de Retana nació en algún caserío del valle de Mendaro, muy probablemente en la villa de Elgoibar, en la provincia vasca de Gipuzkoa, España, localizada a 45 kms de San Sebastian y que una de las principales actividades que le han dado fama es la fabricación de chocolate artesanal que, como sabemos, la base de su manufactura es el cacao cuyo origen es netamente mexicano.
(3) Benjamín Lara González afirma en su biografía sobre Lascurain de Retana publicada en su libro "En el mero bajío", que alguien extrajo subrepticiamente los restos de don Pedro Bautista ignorándose hasta la fecha dónde se encuentran, por lo que si existen aún algunos restos materiales de la tumba misma, están en calidad de cenotafio pues esta ya no contiene los despojos mortales del gran vasco.
(4) De hecho, el propio edificio central de la universidad oficialmente lleva el nombre de "Edificio Lascurain de Retana No. 5".
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