El País de las Siete Luminarias


ir a contenido

Menu Principal:


05 La cabecera del municipio

Algo de Historia > Monografía por Fulgencio Vargas (1935) > Contenido

CAMÉMBARO
MONOGRAFÍA DEL MUNICIPIO DE VALLE DE SANTIAGO, GTO.
EDICIÓN 1935


Por Fulgencio Vargas ©
Agradecimiento especial al Sr. Arturo Ramírez Ruíz

REGRESAR AL INDICE


LA CABECERA DEL MUNICIPIO.


De tiempo atrás vienen practicándose excavaciones en terrenos de La Alberca y adyacentes con resultados a las veces satisfactorios por el número y calidad de los objetos: ídolos de barro, collares, cacharrería, puntas de obsidiana, extraídos a mayor o menor profundidad.

Algunos de esos objetos principalmente los de uso doméstico, acusan por lo ingenuo y tosco de su labor; el trabajo rudimentario de los primitivos habitantes del lugar; mientras que otros, por su finura y delicadeza, no menos que su hondo significado, nos llevan a grupos étnicos de civilización adelantada.

Esta circunstancia permite asegurar que en años lueñes hubo una aldea, misérrima sin duda, de indios otomíes, a la manera de la de Sido (lugar sobre tepetate), ahora Salamanca, cuyo nombre indígena llega a nosotros en brazos de la tradición y de la Historia.

Pero la denominación de “Camémbaro” que después se aplicó a todo el valle, corresponde a una aldea, evidentemente superior a la primera, levantada por tarascos en épocas de creciente desarrollo.

Esto se comprueba no sólo por término mismo purépecha, sino por documentos de que hablaré después, que hablan de indios michoacanos avecindados allí con carácter de principales y de caciques del pueblo.

El investigador regional don Saturnino Araiza, con una constancia y laboriosidad dignas de mejor fortuna, y a costa de sacrificios y contrariedades harto comunes a lo que este género de disciplinas consagramos vida y salud, ha reunido buena copia de datos y formado con ellos artículos para periódicos locales, que por desgracia tienen efímero vivir y reducido número de lectores.

Afirma el señor Araiza, pero sin documento fehaciente que lo apoye ni simple noticia especial tomada de las crónicas de frailes españoles que conocemos, que la fundación de Camémbaro (origen de la hoy ciudad de Valle de Santiago) remontándose a los tiempos precolombinos del llamado monarca michoacano Tariácuri, y aun señala como data precisa la de 16 de abril de 1396.

Posible es que Camémbaro se haya anticipado en algunos años a la conquista ibérica, como aconteció en Yuririhapúndaro, la más antigua a mí ver, de todas las poblaciones guanajuatenses; pero no hay que pensar en inicio tan remoto cuando motivos no faltan par tildarlo de inconsistente.

En efecto bien sabido es que Tariácuri, hijo del cacique purépecha Pavácume, si bien con buen éxito, emprendió conquistas que apenas alcanzaron pequeña parte del actual Estado de Michoacán, y a su muerte, acaecida en fecha imprecisa (algunos Historiadores la refieren a los fines del siglo XIV, otros al año 1400) quedaron con el mando de Pátzcuaro, Tzintzuntzan y Coyúcan, sus sobrinos Tangaxoan e _______.

Las grandes conquistas de los caciques tarascos se inician con Tangoxoan, primero de este nombre, y adquieren máxima preponderancia con Zizispandácuare (Characu) y con Zuangua. El gobierno de estos últimos coincide con las célebres expediciones al “País de los Chichimecas”, y esas expediciones efectuaronse desde mediados del siglo XV, corriendo parejas con las de los mexicanos a la pro_____ latada comarcan, según el común sentir de cronistas e historiadores.

Lo que si está fuera de duda es que a la llegada de los españoles a Veracruz (1519) ya existía la aldea purépecha de Camémbaro, al igual de otras establecidas al sur de Guanajuato (“Frontera Chichimecas”), hallábase bajo el dominio de jefes o caciques de Tzintzuntzan aposentados en Yuririhapúndaro con ínfulas de cabecera...

“La población de este pueblo (habla Basalenque de Yuririhapúndaro) era muy grande, que tenía seis mil indios, sin la gente que vivía en las visitas, que eran mas de veinticinco leguas alrededor”. (.)
Don Luis de Velasco, el segundo, conforme al tenor de la cédula fechada en 1595, cédula ésta que yo encontré en el archivo del convento de Yuriria y que publiqué en mi monografía de “Yuririhapúndaro”, confirmo los derechos de propiedad que tenían los

(.).- “Crónica de la Provincia de San Nicolás Tolentino” Michoacán. Tomo I. Pág. 258

Caciques y principales del pueblo de Yuririhapúndaro, cabecera y __________tera de Prova de Patzcuaro, los cuales consta de dhas. Coronita _______ de sus términos, como los congregantes de dho. Pueblo de Yuririhapundaro eran los señalados en la dha. Villa de Zinzonza, como descendientes de aquella Monarquía, y D. Augn. Vagueni Ramírez, y D. Fernando Godoy, y D. Pedro Guizumequi”.

Ésta cédula se expidió con motivo de la fundación legal del pueblo de Santiago Maravatío, de origen precortesiano, como son Uriangato, Camémbaro, Guango (hoy Villa Morelos) y Puruándiro los dos últimos pertenecientes al Estado de Michoacán y todos entonces, de la jurisdicción de Yuririhapúndaro, “por donación que hizo el Rey de la gentilidad”.

Hay que tener en cuenta que a raíz de la llegada de Hernán Cortés a tierras del Anáhuac, no existía la laguna de Yuriria y las comunicaciones con Camémbaro se facilitaban notablemente a través de los terrenos que ahora ocupa aquel depósito de agua, que en 154______ formó el fraile agustino Diego de Chávez y Alvarado, aprovechando un canal para llevar agua del río Lerma a tierras bajas y pantanosas que se extendían al Norte de la referida población.

“Al otro lado del pueblo, hacia el norte, tiene otra laguna muy grande, de linda agua dulce y de grandes pescados, que es riqueza del pueblo. Esta es voz común, que el primer fundador del Convento que fue el Padre Fr. Diego de Chávez la hizo; y consta claro, porque el mismo convento tiene unos sitios de tierra que rezan donde hoy está la laguna. El modo de hacerla no fue cavando como algunos piensan, sino que eran algunos baxíos, donde corrían otras aguas y se hacían unas ciénegas, mas pasadas las aguas se secaban; y viendo el P. Fr. Diego de Chávez la disposición de los baxíos, trató de meter el río grande (el Lerma) que pasa media legua desde sitio, e hizo una acequia muy ancha y onda del río hasta este baxio…” (.)

Don Nicolás de San Luis Montañez, cacique indio de Jilotepec y aliado de los conquistadores, después de tomar posesión de las aldeas primitivas otomíes de Apaseo y de Acambaro (1526), siguió hacia el E. y N. de Guanajuato, siempre en son de triunfo; bajó al centro del mismo territorio, y sus soldados, a las inmediatas ordenes de Gitzin, también cacique de Jilotepec, ocuparon en 1562 las antiguas moradas de Sido y de Camémbaro, muchos de cuyos habitantes optaron por abandonar, prefiriendo la vida errante a la sedentaria bajo el yugo de los invasores.

La llegada de los españoles y de los indios aliados a Camémbaro se efectuó el 25 de julio de aquel año, data en la que estoy enteramente de acuerdo con don Saturnino Araiza, de quien tomo los siguientes conceptos:

“Al quedar los españoles posesionados de estas tierras, por derecho de conquista, comenzaron a darle una forma dispositiva a esta población, en virtud de la cédula de Congregaciones expedida por Carlos V el 21 de mazo de 1551, e impusieron a Camémbaro el nombre de Santiago, por ser día de Santiago Apóstol cuando tomaron posesión de este lugar”
(.).- Basalenque. Op. Cit., página 254.

“En esta época se encontraban ya bastantes casas hechas con paredes de piedra, unidad con argamasa, lo mismo que chozas bien construidas; sus habitantes hilaban y tejían, y hacían mosaicos de plumas, dedicándose más a la agricultura, aprovechando las tierras con carácter comunal, con el nombre de “altepetlalli” (tierra del pueblo) que beneficiaban para provecho individual y en transacciones mercantiles con los pueblos circunvecinos”.

“Es de creerse que estas sociedades indígenas llevaban en su propia organización el germen de próximas transformaciones, las que no pudieron realizarse por que la conquista española interrumpió su desenvolvimiento natural”.

“Pero la fundación propiamente legal de Valle de Santiago vino a realizarse hasta el 28 de mayo de 1607; si bien con un año de anterioridad, y a propósito de la división del terreno en padrones por el ayuntamiento de Salamanca, el 06 de mayo de 1606, se habla del de Santiago, como lugar ya poblado, “en el Valle que corre de Levante a Poniente, comenzando desde la acequia del Brazo de Moreno hasta el “malpaís” que está en el cerro de la Alberca de Camémbaro, comenzando las suertes desde el desaguadero del dicho brazo, yendo corriendo de Norte a Sur, a descabezar a los cerros de los pescadores, Cauaeo y Camémbaro”

“Los comisionados para medir las vecindades y solares fueron Cristóbal Martínez y Juan Fernández; “habiendo dado posesión de ellas a Pedro Fernández Rincón (primer alcalde del pueblo), Diego Tamayo, Pedro Rivera, Cristóbal Martínez , Francisco Gómez, Silvestre de Aguirre, Luis de Fonseca, Antonio de Estrada, Andrés de Cuellar, Francisco de Santoyo y Juan Martínez Guerrero”. (.)

Por el año 1686, siendo obispo de Michoacán don Juan de Ortega y Montañez, el curato de Salamanca estableció una vicaría fija en Valle de Santiago, de la estuvo al frente, por algún tiempo, el bachiller don José de Solís y Grijalva, mismo que conoció de la solicitud presentada por el indio Tarasco Juan Nicolás, para construir con fondos propios y limosnas un hospital semejante a los fundados por el inolvidable Vasco de Quiroga en varios puntos de Michoacán y Guanajuato.

Debo a la amabilidad de mi buen amigo el señor don Florencio Pérez, de Valle de Santiago, copia de un curioso e interesante documento que tiene en su carátula estas palabras: “Libro de el S.S. Hospital de Nuestra Señora de la Cocpn. Del Valle de Santiago q’ hizo Juan Nicolás que como fundador y procurador de su fábrica lo hice”.

En este documento, además de las licencias ordinarias, se hace constar que la obra se inició el 15 de abril de 1693 y terminó con el mes de diciembre de 1698; que el fundador era indio fiscal de Valle de Santiago, y que construyeron con limosnas de más o menos cuantía los indios tarascos: Onofre de la Cruz, Juan Mateo, Diego Díaz, Miguel de Zíntora, Marcos de la Cruz, Salvador de la Cruz, Juan Andrés, Juan Cristóbal de la Cruz, Antonio Valerano de los Reyes, Lucas de la Cruz, Cristóbal Hernández, Marcos el de Valtierra, Miguel el de Valtierra.

Un dato importante nos proporciona el escrito en cuestión, y es finalizar el siglo XVII, y que esos tarascos gozaban de cierto valimiento y poseían, seguramente, propiedades rústicas y urbanas en la tierra de sus mayores.

Otro dato importante: la fabrica del Templo del Hospital fue la primera en firme que se llevó a termino en aquel punto: ya que el cura beneficiado Solís y Grijalva hubo de conformarse, al principio con humilde capilla de vivir efímero.

“Como el centro de la población se hallaba a la orilla del arroyo, frente al Hospital, todavía existe la primitiva casa del Oficio o Cabildo. La Parroquia actual, desde 1730, se comenzó a usar después de dejar el Templo del Hospital ya dicho, y entonces el señor don Pedro Bautista Lascuraín de Retana, insigne fundador del Colegio del Estado, de su peculio agregó un tramo más al Templo y la torre con dos cuerpos; pues como murió en 1774, se quedó esa parte sin acabar, hasta que lo hizo don Matías Veraza con cargo a deudas que tenía con la iglesia, en 1886…. El referido templo de la Parroquia fue el único edificio que escapó del incendio de la población que verificó el insurgente Padre Torres en 1814; pues los otros: los de El Misterio, San Francisco, El Hospital, San José y la Merced, aunque no se destruyeron, si se procuró inutilizarlos para que las tropas españolas no tuvieran donde hacerse fuertes”. (.)

Al establecerse en México el régimen federal, y sancionada la carta política del Estado de Guanajuato el 14 de abril de 1826, Valle de Santiago quedó comprendido entre los lugares dependientes de la nueva entidad federativa, conforme al artículo cuarto, que dice:

“Forman el territorio del Estado: Acámbaro, Apaseo, Celaya, Dolores Hidalgo, S. Felipe, Guanajuato, Irapuato, León, S. Luis de la Paz, S. Miguel el Grande (hoy de Allende), Pénjamo, S. Pedro Piedra Gorda, Salvatierra, Salamanca, Silao, Valle de Santiago y Yuririhapúndaro, con los pueblos anexos a estos y con todo el terreno de la que antes se llamo Provincia de Guanajuato, cuyos límites se demarcarán por todos vientos de una manera inequívoca”.

La población que había tendel carácter de villa, se elevó al rango de ciudad por decreto número 97 del tercer Congreso del Estado, fecha 29 de junio de 1871, siendo gobernador el general don Florencio Antillón.

La ciudad de halla situada en el declive oriental de la colina de la Alberca y el septentrional de las montañas de la Conchita y La Batea, con una altura de 1,716 metros sobre el nivel del mar.

Coordenadas geográficas: 20°24’.26” de latitud norte y 1°23’.10” de longitud oeste del Meridiano de México. Clima templado. Temperatura ordinaria, entre 15 y 25 del termómetro centígrado, menos alta que la de Salamanca, no obstante su relativa proximidad.

La población de la ciudad, según censo practicado en 1930, es de 11,694 habitantes, correspondiendo de esta cifra 5,181 al sexo masculino y 6,513 al femenino.

Hay comunicación ferroviaria con Salamanca y Jaral del Progreso desde el 19 de mayo de 1904; antes, y a partir del 16 de septiembre de 1889, por tranvías de tracción animal.

Cordiales son las relaciones que mantiene Valle de Santiago con las cabeceras inmediatas. Hay vínculos muy estrechos nacidos al calor de viejas simpatías y robustecidos con el intercambio de visitas y la correspondencia mutua de transacciones mercantiles.
(.).-Pedro González Op. Cit. Pág.234

Si alguna vez por fútiles motivos de cercanía, por diferencias nacidas a impulsos de predominio político y administrativo estuvieron un tanto cuanto distanciados los habitantes de mi tierra nativa (Jaral del Progreso) y los del Valle, hoy los unen lazos firmes de concordia y de esperanza; iguales himnos entonan al trabajo; cultos semejantes desbordase en ellos para el régimen democrático y para sus héroes epónimos. Yo, que no tengo sino frases de cariño y reconocimiento por la generosa hospitalidad con que me han brindado siempre los nobles hijos del legendario Camémbaro, al formular mis votos de prospera fortuna, ellos encaminase por igual a uno y otro municipio. Comunidad de intereses y similitud de historias son factores inquebrantables de honda raigambre en el vivir de los hombres y de los pueblos.


AST v23.13 última actualización el 10 de enero 2018 ::: Autor: Arq. Antonio Silva Tavera MGPA/ MAC | asilvat@valledesantiago.org.mx

Regresar a contenido | Regresar al menu principal