El País de las Siete Luminarias


ir a contenido

Menu Principal:


04 Camémbaro y Huatzindeo

Algo de Historia > Monografía por Fulgencio Vargas (1935) > Contenido

CAMÉMBARO
MONOGRAFÍA DEL MUNICIPIO DE VALLE DE SANTIAGO, GTO.
EDICIÓN 1935


Por Fulgencio Vargas ©
Agradecimiento especial al Sr. Arturo Ramírez Ruíz

REGRESAR AL INDICE


CAMEMBARO Y HUATZINDEO


A 2,792 metros de altura sobre el nivel del mar, elevase, solitario y grandioso, el bellísimo cono, también de origen volcánico, llamado “Culiacán”, de las municipalidades de Jaral del Progreso, Salvatierra y Cortazar.

Esta montaña, guardián eterno de las llanuras prodigiosas, ve extenderse a su pie los fértiles valles de Camémbaro y Huatzindeo: el primero hacia el ocaso, el segundo hacia levante; y en cada uno de ellos centro agrícola y comercial de importancia. Corresponde a Camémbaro la ciudad de Valle de Santiago; el segundo, la de Salvatierra.

Camémbaro, en idioma tarasco o purépecha, significa “lugar de ajenjo o de estafiate”. Huatzindeo, en la propia lengua, vale por “lugar de montones o de piedras”.

Estos nombres recuerdan el predominio de los tarascos en buena parte de la región conocida “País de los Chichimecas”, y por ende lo que ahora constituye el Estado de tarascos abrieron el camino a las grandes conquistas en tierras habitadas por los otomíes, deteniéndose en las principales aldeas que sus primitivos moradores desampararon, prefiriendo a la mísera existencia del esclavo la inquieta pero libre del salvaje. Y fue entonces cuando los invasores, con el apoyo en el derecho de la fuerza, impusieron a aquellos lugares los nombres que todavía conservan con adulteraciones más o menos importantes, siendo en mayor número los de la lengua purépecha debido a que los michoacanos llegaron a posesionarse, por la vecindad y por la persistencia de sus luchas, de la mayor parte del territorio guanajuatense.

Hoy no tenemos indios tarascos en Guanajuato, ni siquiera en poblaciones que fueron un día el asiento de cacicazgos de renombre, como Yuriria, Pénjamo, Cuitzeo, y otras. Tampoco hay indios mexicanos. En cambio, es considerable el elemento otomí y su idioma conserva rasgos antiguos.


AST v23.13 última actualización el 10 de enero 2018 ::: Autor: Arq. Antonio Silva Tavera MGPA/ MAC | asilvat@valledesantiago.org.mx

Regresar a contenido | Regresar al menu principal